Como medio digital hemos escogido el CD-ROM grabable, por su alta capacidad, bajo precio y porque las copias son iguales al original. El problema de ser el CD-ROM grabable sensible a perforaciones, suciedad y humedad se ha resuelto sacando varias copias de los datos, y guardándolos en lugares distintos. Solo se echa mano de las copias guardadas para sacar copias de uso, con el matiz de que cuando se saca una copia de uso se comprueba la copia, y se guarda la copia en lugar del original y se pasa a usar el original, para asegurar la rotatividad de CD-ROMs. Esta dinámica ha asegurado dos años de uso continuo de gran datos lingüísticos por un grupo de investigación con poca o nula experiencia informática, sin perdida de datos -algo que con el mecanismo antiguo de cintas no era posible-.
El formato digital ha sido un problema más delicado. Cuando comenzamos el proyecto hace dos años tuvimos que escoger MP3, a pesar de ser un formato patentado y no libre, por varias razones: era abierto y la situación de las patentes no había llegado a los niveles actuales -que violan el sentido del ridículo-. Cuando comenzamos a trabajar en nuestro programa que graba directamente de una forma amigable para el lingüista, la capacidad de grabación de una corriente de datos "on the fly" de forma fiable de Ogg Orbis era limitada.
Por ello, hemos grabado muchos datos en formato MP3, primero convirtiendo los datos de los últimos años de investigación a Wav y posteriormente a MP3 usando bladenc. Cuando nuestro programa fué desarrollado, los datos fueron codificados directamente con nuestro programa a formato MP3. Ahora estamos trabajando en portar nuestro programa a Ogg Orbis, para poder liberarlo sin problemas legales. La próxima versión de nuestro programa, del que hablaremos más adelante, soportará Ogg Orbis como formato nativo.