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Lecciones aprendidas

La experiencia de GMV a lo largo del desarrollo, validación y primeros meses de mantenimiento de SAMOS ha confirmado como acertadas la elección de Linux como sistema operativo y el uso de software libre. Varios ejemplos pueden dar una idea de hasta qué punto esto ha sido así:

• En un momento crítico de la aceptación se detectó que el interfaz de usuario del sistema funcionaba cada vez más lentamente cuando había estado operativo durante un cierto tiempo, hasta llegar a niveles inaceptables de tiempo de reacción. Tras unos días de investigación, un ingeniero de GMV logró aislar y reproducir el problema en un breve script de Tcl / Tk. El problema se expuso en un grupo de noticias (newsgroup) de USENET, adjuntando el script, lo que dio lugar a una respuesta de otro experto en cuestión de horas. La respuesta identificaba el problema como una fuga de memoria (memory leak) bajo determinadas condiciones en la versión del intérprete de Tcl / Tk de Linux disponible en aquella fecha; no sólo eso: además proporcionaba una solución sencilla (corrigiendo una línea de un fichero de configuración y reinstalando el intérprete). Situaciones similares con productos comerciales han dado siempre lugar a costosos estudios para identificar y corregir el problema, y en algunos casos incluso han sido irresolubles.

• Recientemente Microsoft ha decidido dejar de vender licencias de Windows NT, obligando a adquirir Windows 2000 en su lugar. Este hecho va a tener un gran impacto sobre sistemas operacionales y en desarrollo sobre NT que puedan necesitrar licencias adicionales en un momento dado (se asegura que la migración es inmediata pero la realidad ya ha demostrado que surgen problemas). Decisiones como ésta, inesperadas y derivadas de argumentos comerciales de dicha empresa (que se aprovecha de su situación de monopolio) refuerzan los argumentos en favor del uso de software libre.

• La mayoría de los productos de software libre cumplen rigurosamente estándares internacionales. Por ejemplo, los compiladores de GNU soportan en la mayoría de los casos el 100% del estándar ANSI de cada lenguaje y permiten pocas extensiones. Esto ha sido una ventaja a la hora de portar código a otras plataformas, tarea que se ha realizado sin apenas problemas en todos los casos. Por contra sí que se encontraron múltiples problemas al intentar portar a Linux software proveniente de plataformas como VMS, por el uso de múltiples extensiones no estándar.

• No todo ha sido positivo. Un inconveniente claro es las limitaciones que presenta el depurador gdb para FORTRAN 77, claramente por debajo de compiladores existentes en otras plataformas (y de algunos disponibles en Linux, aunque éstos tienen un coste nada despreciable).

• Un aspecto a tener muy presente en productos comerciales es el de las licencias del software libre. Cada caso es diferente y es imprescindible estudiar con cuidado las restricciones existentes en relación con su uso comercial. En un desarrollo a medida es más fácil evitar esas restricciones dado que ni siquiera es necesario distribuir todo el software, siendo el cliente quien proporciona su propio entorno, que puede incluir elementos de software libre ya instalados.